LA LOGIA:

mujeres brujas y bichas

Danza Sagrada

DANZA SAGRADA Y EL DESPERTAR DE LA DIOSA
1ra parte

Iniciada ya la Nueva Era de Acuario o el Siglo de la Luz, existen dos fenómenos fundamentales que comienzan a evidenciarse en el planeta. Estos son el retorno de la Diosa y de la Feminidad y también la llegada de los Niños de Gracia o Niños de la Luz o Niños Índigo, luz que ellos representan, porque son los llamados a enseñarnos el Amor Incondicional. El retorno de la Diosa o de la Feminidad está asociado con el nuevo nombre de Dios que ahora se llama Dios-Diosa, y así lo bautizó el Papa en su última visita a México. Dios-Diosa está popularizado en los Estados Unidos como God-Goddes. Dios-Diosa encierra los dos principios de la creación, el Yin y el Yan y nos trae de vuelta al reconocimiento de la importancia de honrar a la Madre en su concepto más amplio, el Amor Incondicional, representado por nuestra Madre común que es el planeta Tierra. Hubo un tiempo en la tierra en el cual la energía de Dios-Diosa estaba en un perfecto balance, referido en la Biblia como la época del Jardín del Edén o la Primera Edad de Oro en el planeta. Las mujeres en general sentimos en nuestras entrañas una profunda necesidad de expresar nuestro camino, en vista del desencanto e inconformidad por no sentirnos totalmente realizadas, a pesar de la igualdad económica, cultural y social que hemos logrado en este siglo, especialmente en el mundo occidental, donde la sociedad nos los ha permitido. Y estamos llegando a la llamada Tercera Oleada Feminista, cuando la mujer comienza a buscar, en lo más profundo de su espacio sagrado, a su Diosa Interna. La Danza Sagrada es una danza de contenido, significación y propósito religioso y también de sentido esotérico o mágico que obedecía a determinadas leyes rítmicas muy relacionadas con los actos de generación, movimiento de los planetas. Está representada en el Tarot como la Gran Sacerdotisa, segundo Arcano, simbolizado por Isis quien aparece sentada teniendo en la mano derecha un libro y en la izquierda dos llaves, una de oro (Sol, razonamiento) y otra de plata (Luna, imaginación), representando el uso equilibrado de nuestros dos hemisferios. La llamada Danza Sagrada se asocia con Dios-Diosa en los orígenes, en nuestras civilizaciones más antiguas cuando también se rendía culto y honraba a la Madre Tierra y ella constituye una parte relevante de la cultura, como la manifestación de la presencia interna de la Divinidad, cuando la danza era un rito de identificación con el Creador. Hoy en día se concibe la Danza Sagrada como un instrumento que ha sido regalado al hombre para que capte y canalice las energías del mundo y no se sienta abandonado a su suerte. Hablar del origen de la danza equivale en realidad a tratar de los inicios de la conciencia espacio-temporal del género humano y ella parece dibujar la evolución del tiempo en el espacio. Las civilizaciones más primitivas conocían y practicaban la danza como un acto sagrado. Mediante una técnica de movimiento que se aprende sin palabras, utilizando nuestro lenguaje kinestésico, se logra incrementar la concentración, la conciencia y un acceso hacia el interior, donde se siente la belleza, la armonía y la magnificencia de la Diosa. El lenguaje Kinestésico, George Gurdjieff (1877-1949), esotérico ruso, creador del denominado “Sistema del Cuarto Camino”, lo utiliza como una herramienta que llamó “Sensing”. “Sensing” significa sensación, definida ésta como impresión que las cosas causan en el alma, por medio de los sentidos. “Sensing” es algo más que permanecer atento, es una forma de percepción mucho más generalizada. “Es algo así como una sustancia etérea que se envía hacia fuera a todas direcciones a la vez, como una sonda para proporcionarnos "feedback" inmediato y específico acerca de nuestro entorno. Cuanto más sensibles seamos, más impresiones recibiremos. Según Gurdjieff, tenemos la posibilidad de asumir casi cualquier postura del cosmos entero y la Danza Sagrada contiene movimientos y conocimientos específicos que fortalecen nuestra habilidad para observar, clasificar y hacernos más sensibles ante nuestro repertorio actual de posturas y manifestaciones habituales. Cada postura física tiene también sus llaves emocionales y mentales exactas. Es decir, se trata de mucho más que colocar simplemente el cuerpo orgánico en una cierta posición. Cada postura es una reliquia con una llave compuesta de combinaciones exactas de "posturas". Entre otros beneficios de la Danza Sagrada se logra reducir el estrés, la ansiedad física, emocional y mental mientras aprendes a relajarte dentro del movimiento, incrementar el sistema de inmunidad a las enfermedades, recuperación rápida de las heridas del alma, integración del la mente y el cuerpo y se incrementa la sensación de ubicación en el espacio. Aprendes a escuchar tu cuerpo, a aquietar la mente y a abrir la intuición, a lograr paz interior desde dentro del Ser más que desde la mente, a hacernos más flexibles y mas sueltos en nuestro cuerpo y en consecuencia a la vida porque aprendes a fluir con ella en total armonía y felicidad. A través de movimientos y auto expresión tú puedes descubrir como evocar, abrazar y personificar las divinas cualidades y atributos de la Diosa que aún duerme en nuestras entrañas y en el templo sagrado de nuestro cuerpo físico. Podrás develar el velo que oscurece tu auténtica belleza que te permitirá abrir los caminos entre tu corazón, el mundo que te rodea y el multidimensional universo que habitamos. Retomarás el esencial y significativo rol que te corresponde en esta nueva Era y nunca más te sentirás rechazado por nada ni por nadie. Cesarás de ser la víctima, porque aprenderás el lenguaje y la magia de la Diosa que permanece dormida dentro de ti. Tú fluirás con felicidad en tu vida portando luz a la humanidad. Mujer, no importa los años vividos, es tiempo de retomar a tu Diosa. Publicado en la Revista Despertar en Valencia-Venezuela. Julio 2001





Isabel StellingIndigos13@yahoo.comwww.ninosdegracia.com.ve


DANZA SAGRADA Y EL DESPERTAR DE LA DIOSA

2DA parte

Cuando nos referimos al reencuentro con nuestra feminidad auténtica no podemos menos que referirnos también a lo que ha significado el patriarcado que ha prevalecido a lo largo de los siglos en la mayoría de las civilizaciones, en contraposición al matriarcado, que a su vez refiere al uso preponderante de nuestro hemisferio izquierdo sobre el hemisferio derecho, con la consecuente sobre identificación de la energía masculina, por demás agresiva, mutilante, voluntariosa, machista, con escasa sensibilidad, violenta, antinatural, sin compasión, competitiva, trepadora. La mujer guarda mucho dolor, tienen siglos haciéndolo y en los mas profundo de su ser está intentando una nueva forma donde ella tenga mas relevancia y pueda ocupar el sitial que le corresponde y que recuerda haber tenido. En el Oriente la mujer es todavía tratada como sirvienta y en occidente nos quejamos a nuestro cónyuge “Yo no soy tu sirvienta”. En cuanto al salario la mayoría de las veces son sub pagadas en la ejecución de funciones aún cuando tengan la preparación adecuada y suficiente experiencia para el puesto. Apenas hace 150 años se permitió el voto a la mujer. El español es un idioma patriarcal porque se nota el marcado pronunciamiento masculino en el uso del plural. Cuando nos referimos a hombres y mujeres juntos-no decimos juntas- se pluraliza con la forma gramatical nosotros y/o ellos y no nosotras o ellas. Igual sucede en el plural en la conjugación de los verbos con la partícula “mos” como veníamos, bailábamos. No es adecuado decir veníamas o bailabamas. Las mujeres no pueden oficiar en casi ninguna religión. No fue sino hasta hace pocos años que se les permitió estudiar la cábala. En las naciones árabes la mujer no puede ejercer profesiones ni mostrar su cara y todavía existen los harenes, un hombre para muchas mujeres. El hombre ordena y la mujer obedece. Todavía se llama prostituta a una mujer que tenga relaciones sexuales sin casarse o una relación extramatrimonial. Existen muy pocas mujeres gobernantes de un país. La conciencia patriarcal aplaude a hombre que tiene por compañera a una mujer que puede ser su hija o su nieta, pero ve con malos ojos y enjuicia cuando sucede lo contrario.Somos como una loba herida que ruge, que brama, que llora, después de cada encuentro amoroso, cuando la señalan, cuando la aprovechan, cuando le ordenan, cuando la humillan, cuando la vejan, cuando la agraden. Ella gruje desde las entrañas. Tenemos siglos rugiendo, pero al fin se escucha nuestro llanto intentando florecer en medio de la inmensidad, como pétalos de rosas que se abren para dar fragancia al mundo. En Mujeres que corren con los lobos”, Clarissa Pinkola Estés dice “Muchas mujeres han vivido literalmente el cuento de Barba Azul. Se casan siendo aún muy ingenuas en cuanto a los depravadores y eligen a alguien que resulta ser destructivo para sus vidas. La engañosa promesa de este depravador es que la mujer se convertirá en reina de alguna manera, cuando de hecho se está planeando su asesinato. Existe una salida pero uno tiene que tener la llave.” Para las mujeres, comprender la eterna tradición de la religión de la Diosa, fortalece su conexión con su propia esencia espiritual. Encontrar a la Diosa en el interior nos ayuda a apreciar nuestro propio poder y a retomar nuestras habilidades, nuestra herencia y nuestra belleza. Una conciencia más plena, de que la Diosa vive en nosotras, fortalece los conocimientos internos acerca de la vida, el amor, la naturaleza, la nutrición y la creatividad. Para los hombres, una conexión con la Diosa les permite aceptar y conocer su deseo y necesidad de nutrición, protección y la aceptación de una amorosa presencia femenina. Recuperar las energías de la Diosa en el interior de sí mismos ayuda a los hombres a ser padres, amantes y compañeros más equilibrados al tiempo que los libera de las presiones. Ahora comenzamos a tener destellos de eso que subyace tan profundo en nuestro ser. Comencemos a tener la alegría en nuestros corazones, a recordar nuestra herencia, nuestra autenticidad, nuestras épocas de gloria. Nos corresponde evocarla, sustraerla de nuestro interior, para cautivar con integridad, sabiendo quienes somos, a pesar de la injuria que por tantos años y por tantos siglos nos acompañó. Cuando tu corazón se enternece, cuando vibras, cuando estas dentro del llanto y de la alegría, estas comunicándote con la Diosa. La danza es la expresión de mayor alegría que tiene el hombre sobre esta tierra y mucho más cuando va acompañada por el canto y por la música y de una manera sistemática y dirigida logra concretar los cambios que desea imprimir en su vida, en su familia, en sus comunidades y en el mundo. Es una forma de conectarse con la esencia de la Diosa. El movimiento guarda un poder secreto en relación con el sonido que es altamente mágico y vemos que todas las culturas tienen su danza, danzas sagradas relacionadas con sus inclinaciones y creencias religiosas o místicas. Un ejemplo lo tenemos en las danzas y canciones celtas. Estas canciones son remembradas por la famosa cantante irlandesa Enya y quien escucha su voz angelical no puede menos que sentir la presencia de la Diosa en su corazón. Un propósito de nuestra vida es ascender al trono y reinar con el corazón. Así que aduéñate de tu naturaleza apasionada y permite que el amor inunde tu corazón, y tus pensamientos serán mas libres. Recibe las bendiciones al identificarte con tu realidad, con tu magia, con tu poder de crear, de configurar y de transformar.

DANZA SAGRADA Y EL DESPERTAR DE LA DIOSA


3RA parte

Muy dentro, muy dentro de nosotras las mujeres, se encuentra tapiada nuestra realeza, nuestra realidad. Pero al paso de los siglos, con el paso de las eras, como los grandes cataclismos que conmocionaron a la tierra y sepultaron civilizaciones avanzadas, así nuestras épocas de realeza y esplendor quedaron también sepultadas. Nuestros dolores y frustraciones cambiaron nuestra alma.Para la analista jungiana Jean Shinoda Bolen, autora del libro “Viaje a Avalón”, “la pérdida del paraíso fue en realidad la pérdida de la “Madre”. Esto se consolidó en una pérdida de nuestra naturaleza mítica cuando la Inquisición mandó a quemar aproximadamente a unos 9 millones de mujeres, en lo que fue el genocidio mayor en la Historia de la Humanidad........Cuando los humanos dejamos de adorar a la Diosa perdimos nuestra relación con la tierra”. Para demostrar la validez de los descubrimientos de Jung revisemos un poco en la historia mítica de culturas que se desarrollaron sin ningún contacto entre sí. A miles de kilómetros de distancia o separadas por siglos de diferencia, como en el caso de las que se dieron en el antiguo Egipto y en la América anterior a los viajes de Colón. Resulta sorprendente al analizar los códices mayas, el “Borgia” por ejemplo, donde se describe a una serie de deidades que guardan estricta relación con las etapas en la vida de una mujer. María de los Ángeles Ojeda Díaz, investigadora mexicana, en su libro “Las Diosas en los Códices del Grupo Borgia” dice: “Al observar las sugestivas, y no menos hermosas imágenes de diosas representadas en los códices prehispánicos, parece legítimo suponer que la feminidad en Mezo América debió tener papel preponderante. De donde resulta necesario inquirir sobre las mujeres que las veneraron y cómo estas fuerzas sobre humanas influyeron y modelaron su esencia, su vida y su muerte. En este sentido, las reflexiones y análisis se sitúan, en primera instancia, en el estudio de la mujer. Se cuenta que Pallas Atenea, Diosa de la Verdad, es la Protectora del Templo de la Verdad y Eras atrás, cuando los dioses caminaban y hablaban con los hombres, ella supervisaba las disciplinas y la preparación necesaria para el desarrollo de la conciencia receptiva de aquéllos que iban a ser los "portavoces" de los dioses. Como las Vírgenes Vestales o los Oráculos (Pitonisas) en Delfos. La gran Diosa-Madre, VESTA, fue la primera Diosa de la Verdad y le confirió a Pallas Atenea este honor y servicio. Se han encontrado numerosas imágenes de diosas en pinturas rupestres y pequeñas esculturas que datan de 35.000 años antes de Cristo o tal vez anteriores. Algunas de esas imágenes fueron llamadas “Venus” y tal vez la más famosa de todas sea la Venus de Willendorf, escultura feminista perteneciente al paleolítico que, junto con la llamada Venus de Lespugne, representa la obras mas importante del período auriñaciense, primer período del paleolítico superior que toma su nombre de la cueva de Aurignac en Francia. En la India, existe un panteón de numerosas Diosas y Dioses y en Japón, la Gran Diosa Solar Amaterasu es honrada como la Madre Divina del Pueblo Japonés. La Diosa de la Compasión, Kuan Yin, conserva muchísimos devotos en China. Los esquimales rinden honor a la Madre-Oceáno Sedna. En Brasil, Yemayá, la Madre Diosa del Mar es reverenciada con multitudinarias procesiones el primero de enero de cada año. En África, los Orishás son venerados, millones de católicos de todo el mundo adoran a la Virgen María como la Madre de Dios y en todos los pueblos del mundo se conciben numerosas vírgenes para honrar a la madre de Jesús. Muy dentro, muy dentro de nosotras las mujeres, se encuentra tapiada nuestra realeza, nuestra realidad. Pero al paso de los siglos, con el paso de las eras, como los grandes cataclismos que conmocionaron a la tierra y sepultaron civilizaciones avanzadas, así nuestras épocas de realeza y esplendor quedaron también sepultadas. Nuestros dolores y frustraciones cambiaron nuestra alma. La reverencia hacia los principios femeninos y la conciencia de la Diosa nos ayuda a ponernos en contacto con la belleza y magia de la naturaleza y todas sus criaturas. Reconocer a la Diosa en la Naturaleza (Gaia), como nuestra amorosa Madre Tierra, ayuda a expandir nuestro respeto hacia el medio ambiente y nuestra búsqueda del equilibrio entre las energías masculina y femenina, para que en lugar de competir, trabajemos juntos, complementariamente, para el bien individual y de toda la humanidad. Pero este pasado hay que sanarlo, no hay otra manera de deshacerlo para que surja la reconciliación y de igual a igual establecer el equilibrio de las energías masculinas y femeninas. Las mujeres estamos adiestrándonos, recordando, retomando la sabiduría de la Diosa, preparándonos para ocupar nuestro real sitio en la tierra en el presente milenio. Vamos a hacer que surja la Diosa, que se exprese, que seamos la sonrisa del mundo, a través de nuestra intención, de nuestra voluntad, de nuestro deseo. Comencemos por sustraer de nuestro cuerpo los movimientos sagrados grabados en nuestra conciencia celular por medio de la danza y del movimiento para ensalzar nuestro espíritu. Identifícate con la madre de todo lo creado, la madre de todos los hombres, la madre de tus hijos y de los hijos de otros, la madre de tus parejas, de las parejas de otros, la madre de los hombres, la Madre Tierra que te cobija, que te acoge, que te nutre y que te ama con infinito amor incondicional.


articulo de
Isabel Stelling

tomado de
www.ninosdegracia.com

2 comentarios:

Gracias por seguir actualizando. Es muy grato regresar y encontrar algo nuevo. Me nutres y renuevas el deseo de seguir honrando a la diosa
Carmen.

 

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