Desde muy niña mi vida fue bailar. Bailar en la primera etapa de tu vida suele ser un acto espontáneo, en dónde no hay reglas y dónde quizá tu cuerpo guarde de vidas pasadas algún movimiento aprendido. Si observamos a los bebes que comienzan a caminar, cuando estos siguen la música sus movimientos a primera vista suelen ser muy particulares. No recuerdo cómo bailaba de niña, pero siempre contaba con un numeroso público que por exigencia mía debía estar a la hora de mi danza vespertina. Tuve el placer de observar a mi hija de dos años hacerlo y viendo más allá de sus quizás torpes movimientos, su danza parecía un ritual. Al principio nos observaba en el centro de la sala y se colocaba en forma fetal, levantaba los brazos siguiendo estrictamente la música. Hacía movimientos con la cabeza y después se levantaba recorría el espacio con largos pasos y luego se dejaba caer, se alzaba de nuevo- esta vez con una habilidad más desarrollada, pues ya había descubierto su cuerpo- y alzaba los brazos y su cara apuntaba hacia arriba. Ya no nos veía, pasaban las canciones y ella seguía su danza, siguiendo los distintos ritmos. Ritmos que por distintos le daban el tema para desarrollar su lenguaje corporal. En ese momento me dije, la danza va más allá y debe haber una conexión con lo divino, desde el inconsciente hacia algo que no vemos. En esos días yo practicaba danzas griegas y había sentido una especie de trance al conectarme con mis compañeros sintiendo esa energía circular. Los pasos constantes del sirtaki, del sirtos que eran fáciles, tenían la dificultad de que el grupo debía estar coordinados sino se arruinaba la danza, pero llegaba un momento en que al fin nos concentrábamos y algo extraño pasaba que nadie podía parar, no había cansancio, era más bien algo adictivo, la emoción nos llevaba a decir repetidas veces “Opa- opa”, hasta terminar y salir alegres.
Luego años más tarde conocí la wicca.
En este post, hablaré un poco de esa relación espíritu-cuerpo-danza, que sin querer a lo largo de mi corta experiencia he descubierto o me lo han hecho descubrir- pues esta relación data de miles de años- y de cómo las distintas culturas y algunos personajes de la historia ven este arte tan hermoso y tan arraigado en nuestras culturas.
GAIA
I Antigüedad
En el antiguo Egipto, existían las danzas ceremoniales que fueron instituidas por los faraones. En estas danzas que, representaban la muerte y la reencarnación del dios Osiris, se fueron haciendo cada vez más complejas hasta el punto de que solo podían ser ejecutadas por profesionales altamente cualificados. En la Grecia antigua, la influencia de la danza egipcia fue propiciada por los filósofos que habían viajado a Egipto para ampliar sus conocimientos. El filósofo Platón, catalizador de estas influencias, fue un importante teórico y valedor de la danza griega. Los rituales de la danza de los Dioses y Diosas del Panteón Griego han sido reconocidos como los orígenes del teatro contemporáneo occidental en las manifestaciones llamadas Ditirambos
Alrededor de Dionisos, el dios griego del vino y la embriaguez ( Baco en los romanos), grupos de mujeres llamadas ménades iban de noche a las montañas donde, bajo los efectos del vino, celebraban sus orgías con danzas extásicas. Estas danzas incluían, eventualmente, música y mitos que eran representados por actores y bailarines entrenados. A finales de siglo V antes de Cristo estas danzas comenzaron a formar parte de la escena social y política de la antigua Grecia.
II En la India
En India la danza es considerada como la sutil síntesis entre filosofía, música, escultura y literatura. Bharata Natyam es una forma de yoga que busca unir el cuerpo con la mente y la mente con el espíritu, para lograr ampliar nuestros niveles de conciencia dentro del mundo fenoménico. Numerosos son los personajes que han ayudado a la sistematización y ordenamiento del variado repertorio del estilo. Considerada como una de las danzas más bellas y refinadas del mundo, sus orígenes se remontan a más de 3.000 años de antigüedad, unida a las prácticas religiosas del hinduismo y con el fin de agradar a los dioses, hombres y mujeres consagrados a la práctica de este arte. El fin principal de esta danza es utilizar el cuerpo humano para expresar y celebrar las grandes verdades universales.
Las bailarinas dedican su vida al estudio minucioso de pasos, gestos de manos y miradas, que se entretejen para formar bellas secuencias de movimientos, llamados adavus. Así mismo cada de postura, las mudras o las formaciones de las manos, , también los tipos de emociones y sus categorizaciones, el tipo de vestido, el escenario, la ornamentación y aún el auditorio, tienen un significado. Todas las formas de baile están entonces estructuradas de nueve rasas o emociones, hasya (la felicidad), krodha (la cólera), bhibasta (la aversión), bhaya (el miedo), shoka (la lástima), viram (el coraje), karuna (la compasión), adbhuta (el asombro) y shanta (la serenidad). Todas las formas de danza siguen los mismos gestos de las manos o hasta mudras para cada una de las rasas. Las danzas se diferencian donde el genio local las ha adaptado a sus demandas y necesidades locales.
Uno de los símbolos más permanentes de la India es la figura de Nataraja _ Shiva, el Rey de los Bailarines. Se cree que el baile cósmico de Shiva abarca la creación, la preservación y la destrucción y esta idea ha estado incrustada en el pensamiento Hindú y sus rituales desde la alborada de la civilización. Él sostiene un pequeño tambor (damaru) en su mano derecha superior. Su mano derecha inferior muestra el gesto de negación del temor (abhaya), su mano superior izquierda está en pose de media luna (ardhachandramudra) que sostiene una llama que es el fuego (agni) que finalmente destruye al mundo y es entonces extinguido en las aguas cósmicas. De ahí que la mano que sostiene el tambor y la que sostiene el fuego equiparan las fuerzas de la creación y la destrucción. El segundo brazo izquierdo está sostenido con gracia sobre el pecho (gajahastamudra) con la mano señalando al pie alzado, lo que denota favor o gracia por los devotos. Un pie reposa sobre Apasmara o Mauyalka, que es la forma corporal de la crueldad humana y la ignorancia. Rodeando la figura de Shiva y emanando de él hay una inmensa aureola de llamas (prabhamandala) que representa los procesos vitales de la naturaleza, sustentados por la tremenda energía del Dios bailarín que está en su interior.
La fascinación por el baile indio en todas partes del mundo es una indicación de la profunda necesidad de El baile indio hace justamente eso en una forma elevada y reverencial. También, como que el baile es físico y visual, éste ilumina la cultura india de forma directa, haciendo vibrar las sensibilidades de los espectadores. De esta forma, aquellos que están atraídos por la India, encontrarán en el lenguaje de la danza la mejor introducción a los ricos rasgos distintivos y tradiciones de la India.
www.danzaballet.com
www.tyhturismo.com
III Danza china
Confucio observó hace 2.500 años que las artes reflejan los valores sociales: “No hay nada más efectivo que la música para mejorar los hábitos y costumbres existentes”, dijo en Yue Ji (Notas sobre la Música). También dijo: “La música es la sublimación de la moralidad”.
Con su cercana conexión a la música, la danza por supuesto también puede afectar el código moral de una persona. “Uno conoce los principios de una persona al verla bailar”, señaló Confucio. A una escala mayor, uno puede conocer los principios de toda una sociedad a través de su danza.
Al igual que muchas disciplinas tradicionales chinas, la danza es atravesada por un profundo entendimiento de la relación entre el hombre y el cosmos, entre mente y espíritu, es decir, la convicción de que el ser humano tiene un origen divino al cual debe regresar.
“La danza china pone énfasis en “los gestos corporales” y las “connotaciones gestuales”, y expresa una característica fundamental de la cultura tradicional china, la cual consiste en unir gesto y espíritu. El espíritu de uno dirige el movimiento, y los movimientos comunican el espíritu. Por supuesto, para poder transmitir el espíritu mediante un movimiento, el bailarín necesita un riguroso entrenamiento, tanto en la parte física como en la espiritual, ya que los movimientos no sólo necesitan ser certeros y precisos, también deben ser sutiles y capaces de comunicar el espíritu. Esto requiere que los bailarines tengan un estado mental adecuado, y también que sean capaces de dejar que el espíritu guíe los movimientos, para controlar con precisión cada parte del cuerpo. Al perfeccionar su cuerpo físico y habilidades, los bailarines también necesitan perfeccionar su carácter moral y fuerza de voluntad”.
http://www.lagranepoca.com/articles/2007/05/21/644.html
IV Otras culturas
En África Al igual que en el resto de culturas, las danzas tradicionales están íntimamente relacionadas con las fases de la tierra (cambio de estaciones, desgracias naturales…) y con las fases de la vida (nacimiento, iniciación, matrimonio, muerte, ...). Existen gran variedad de funciones rituales y de simple diversión, mientras que algunos bailes sirven para honrar a las fuerzas espirituales en las ceremonias religiosas otras son propias de las ceremonias concretas de iniciación o pasaje. Aunque muchas danzas se atienen a coreografías definidas, en general los bailarines realizan sus movimientos con un alto grado de improvisación. Generalmente, el bailarín utiliza, no solo sus pies, sino que juega con sus caderas, sus piernas, cabeza y hombros, y en las músicas polirrítmicas, donde cada tambor marca un ritmo diferente, cada parte del cuerpo puede seguir los diferentes ritmos marcados a la vez.
Con formas y estilos de bailes del Medio Oriente y Norte de África, surge la danza del vientre. Se cree que tiene su origen como forma de ritual pagano de culto a la fecundidad. Algunos expertos apuntan a Grecia para situar su surgimiento, concretamente en las danzas esotéricas practicadas como parte de los rituales de ofrenda a los dioses. En las antiguas culturas del Mediterráneo y el Asia Menor, se preparaba a las mujeres a través de esta danza, que trabajaba espíritu y cuerpo, principalmente los músculos del abdomen y la flexibilidad de la cadera. En Egipto alcanzó su máximo esplendor, por lo que suele señalarse este país como cuna de la danza oriental; las vírgenes eran instruidas en este arte como preparación para la fertilidad, y su práctica tomó un importante papel en la realización de los ritos religiosos. Otros ritos similares tuvieron lugar en Mesopotamia, Fenicia, Egipto, Arabia -donde la danza era considerada sagrada y no podía ser vista por los hombres-, Chipre y la India. Las bailarinas de danza del vientre usan instrumentos rítmicos como acompañamiento: crótalos que marcan el ritmo, panderetas... También se usan otros objetos, como bastones, velos, sables, velas o serpientes. Éstos cumplen funciones mágicas y protectoras.
Otro caso que se nos presenta la danza como medio de realización espiritual: podemos destacar el ejemplo del sufismo, movimiento místico surgido en el s. X, que, como reacción al carácter materialista que el Islam comenzaba a adquirir, inició una purificación de la religión, exaltando su esencia. En los ritos sufíes, la danza constituye un importante medio para alcanzar el éxtasis religioso, y existen diversas variedades propias de cada hermandad, como la danza de los derviches (giros) o la de los gnawas marroquíes (acrobacias).
http://www.ikuska.com/Africa/Etnologia/danza.htm
http://www.efdeportes.com/efd78/danza.htm
VI Nuestros Indígenas venezolanos
En las culturas prehispánicas también abundaban no solamente la espiritualidad en relación con la vida social del hombre, sino también distintas manifestaciones artísticas ligada obviamente con la creencia politeísta. Inclusive las representaciones escénicas abundaban y se afianzaron con la llegada de los españoles, siempre conservando su religiosidad. Muchas de estas manifestaciones, se casaron con la cultura católica y de allí surgieron gracias al mestizaje muchas de las fiestas pagano-religiosas de nuestro país. La danza aunque no tan elaborada como la que vimos anteriormente, posee también una carga religiosa y musicalmente rica e importante en nuestra cultura occidental.
*El Maremare, se ejecuta en honor a los difuntos ó a un visitante ó la naturaleza, hay distintos maremares en cuanto a la música pero en cuanto al baile todos son iguales. La letra del canto del maremare son producto de la improvisación, la danza consiste en pasos hacia adelante y hacia atrás, con algunas complicaciones adicionales. Los instrumentos utilizados en este baile son las maracas, la flauta de pan y el carrizo, los hombres visten guayucos y las mujeres túnicas largas.
*Las Turas también un baile típico mágico-religioso que se celebra a fines de septiembre de cada año en localidades de Lara y Falcón. La finalidad de este baile y ritual es agradecer a la naturaleza por los beneficios recibidos por la abundante cosecha obtenida. La danza consiste en formar una ronda de varias parejas acompañados de ritmo musicales producidos con tallos de bambú, cráneos ó cuernos de venado y por otra parte las maracas, que desde sus comienzos han tenido una connotación mágica en las celebraciones indígenas.
(*)www.venezuelatuya.com
Bendiciones para todos.
GAIA
1 comentarios:
Hermosa investigacion.
Por supuesto hay muchisimos detalles de los cuales ignoraba.
Gracias por compartir, y en especial por los enlaces, despues de leer esta investigacion, dan ganas de nutrirse mas en las manifestaciones de la danza que mas nos interesan.
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